Presente y futuro de la escena rockera en España

Artículo de Kikemaiden.

Este artículo no es ni un estudio, ni un intento por solucionar la actual situación de nuestra escena, es solo lo que éste humilde escuchante y seguidor del rock ha observado durante estas últimas dos décadas. En todo el escrito se ha intentado evitar poner nombres de bandas, músicos, medios, estilos y escenas, pero creo que todos tenemos asimilado a quien nos referimos en todo momento, sólo hay alguna excepción donde si nombramos un par de eventos, músicos o grupos.

Si echamos la vista atrás, antes de que comenzase la era del Covid, la escena rockera ya se encontraba en un momento de agonía total. Cientos de bandas, Promotores, Managements, Asociaciones, Medios de comunicación y salas de conciertos clamaban al cielo ante la falta de apoyo por una escena que estaba en un punto de no retorno. No sólo hablamos de una falta de apoyo en el aspecto económico desde las instituciones; como ayuntamientos o diputaciones para poder desarrollar la cultura rockera mediante ayudas o facilidades para que los grupos, salas, locales de ensayo y demás puedan ejercer este medio de expresión tan pasional y ruidoso como es el nuestro, a esto hay que añadirle la tan sabida y manida frase » …es que no hay un relevo generacional». Y es que siendo sinceros, efectivamente no hay un relevo generacional. No hay un movimiento joven que de momento vaya a seguir los pasos de todos esos rockeros que durante estas cinco décadas, desde que nació nuestra escena a principios de los 70 siga nuestros pasos. Solo hay que mirar, siempre antes del Covid, nuestro alrededor cuando íbamos a un pequeño concierto, un bar rockero o a los que escriben en los medios de comunicación como webzines, fanzines, revistas, blogs o realizan programas de radio, canales de Youtube y podcast, que la oscilación de edad tanto de los consumidores, como de los que realizan estas actividades está entre los 35 o 40 años hasta los 60. Este hecho provoca muchas veces la imposibilidad de continuar siendo un seguidor constante, razones de trabajo o familiares suelen ser las mas habituales. Por supuesto hay algunas excepciones, pero si hablamos de las bandas, casi todas las nuevas son ramificaciones de otras bandas anteriores, y son muy pocas las que están creadas por menores de 30 años.

A todo esto le añadimos una serie de circunstancias que dificultan aún mas no sólo el crecimiento de nuestra escena o movimiento, sino el mantenerse:


-Primero una crisis económica que está afectando de manera mas visible a la clase media/baja que es donde se circunscribe la mayoría de amantes de este estilo musical. Este hecho dificulta mucho la adquisición de productos o acudir a conciertos para mantener cierto circulo de alimentación de la escena ( Bandas, salas, tiendas…). Desde el inicio de la crisis en el 2007, el poder adquisitivo de la clase obrera ha ido bajando notablemente y eso está afectando de manera directa al mundo de la cultura, entre ellas la música principalmente y al rock directamente.


-Segundo es el poco o nulo apoyo de los medios generalistas, y es que desde hace mas de dos décadas el rock ha dejado de ser una música importante dentro del circuito comercial , exceptuando las bandas de sellos que todos conocemos. Las razones habría que tratarlas en otro artículo porque daría mucho juego y tendría muchos culpables y ramificaciones.


-Tercero es el avance de la tecnología, aquí habría dos caminos a seguir. Uno sería la facilidad con lo que se puede piratear cualquier producto de esta era llamada digital. Ya sabemos que desde finales de los 70 y principios de los 80 existía el pirateo de cassettes entre la gente y también en mercadillos de barrio o capitales, pero equiparando la a la creación de los cd’s y su posibilidad de copiar en formato casero en apenas tiempo y coste, no hay comparación, siendo éste posiblemente la primera piedra dura que las discográficas tenían que luchar, y que realmente poco hicieron por ello, es mas, ellas mismas muchas veces eran las fabricantes en muchos casos de las llamadas «Tostadoras» y cd’s vírgenes donde grabar. Pero eso no era nada para lo que tenía que llegar con internet y el pirateo en la red, cosa que remató del todo este mercado.

Plataformas digitales


-Ante esto nace un cuarto motivo que hace que esta escena le esté costando tanto penetrar en la sociedad; y son, las nuevas plataformas digitales. Estamos ante posiblemente la gran revolución de la cultura del ocio, tener al alcance de la mano sin casi esfuerzo todo lo que existe en la red o también llamado nube. Hoy en día puedes por medio de pagos mensuales o de manera gratuita, siempre aguantando la publicidad consecuente, conseguir prácticamente cualquier canción de cualquier grupo que exista. Por supuesto esto da una libertad a la hora de conocer y descubrir música sin casi esfuerzo, cosa anteriormente imposible, pero esto tiene en contra varias consecuencias. La mas clara y evidente es el poco rendimiento económico que da a cualquier grupo, compositor, o pequeño sello este formato, siendo una vía nula para la sostenibilidad de la escena, hecho que obliga a que la viabilidad de la banda o sello se dirija hacia el merchadising o tocar en directo. En este aspecto de las nuevas tecnologías sobretodo en lo que a la forma de consumir o llegar al oyente, estamos en un momento de dura adaptación. El rock nunca ha sido de entrada fácil, siempre ha necesitado de varias escuchas por sus composiciones, muchas bandas se mueven en temas largos, incluso con mucha complejidad compositiva y técnicamente muy buenos, con la necesidad de tener que escuchar varias veces los temas, saborearlos para poder disfrutar realmente de estas composiciones, y sin embargo las plataformas digitales premian el tema corto, rápido, directo y facilón para rentabilizar económicamente el formato. Tristemente es cómo está constituido en la actualidad, veremos si esto cambia mas adelante. Por tanto a corto plazo este formato no es viable para soportar nuestra escena musical.


-Y esto es un no parar porque siguiendo con las nuevas tecnologías a nadie se le puede escapar que estamos desde hace años en un momento de excesiva oferta y baja demanda, es decir, la facilidad con la que hoy una banda puede editar sus trabajos con grabaciones caseras y ediciones en formato digital hace que haya un exceso de edición de trabajos para el poco consumo que hay en la escena rockera, y no decimos ya en formato físico, que sabemos tiene los días contados y sobrevive casi únicamente por la nostalgia. Es mas, incluso estando en una época de crisis cultural los estudios de grabación están prácticamente colapsados para producir discos con unas largas listas de espera para las bandas.


-Siguiendo con los motivos vamos con otro que es consecuencia de los citados anteriormente. La desaparición del formato físico está haciendo que la música rock pierda uno de sus mas importantes pilares, y es el impacto de su imagen en la actualidad y sobretodo en la juventud. Creo que a todos alguna vez nos ha pasado sentirnos impactados por una portada, camiseta o cualquier artículo basado en bandas de nuestra escena, o cuando en un programa de música en televisión aparecía entre grupos pop inocentes y bobalicones videos de esos melenudos con monstruos, sonidos fuertes, y una imagen agresiva que suponían para el joven televidente un impacto difícil de olvidar. Esto ya no existe, y todo eso queda en manos de los nuevos medios que están muy lejos de ofrecer todo esto, y menos darles visibilidad.

Revistas metaleras


-Ahora entramos en un par de apartados que quizás no son de los mas importantes pero sí casi exclusivamente de nuestra escena; y estamos hablando de la falta del consumidor puro, virgen, es decir, el seguidor rockero que no está metido en el circuito rock de alguna forma. El rockero suele ser alguien inquieto, muy fan y siente la necesidad de ser parte de la escena de alguna forma, ya puede ser por medios under o mas comerciales, pero siempre es parte de la escena, puede ser siendo músico, parte de una banda, revistas, fanzines, o gracias también a las nuevas tecnologías en webzines, blogs, YouTuber o podcaster. Este hecho produce de nuevo una sobresaturación de medios de divulgación, haciendo que esa oferta exceda la demanda, repartiendo mucho el consumo de estos formatos y siendo sus números bastante bajos respecto a la audiencia. A la vez crea dos problemas; uno la sensación de en un concierto solo estar viendo medios de comunicación y poco público, y dos el exceso de demanda de pases de prensa o gente que cree debe no pagar para ver un concierto o festival sea grande o pequeño. Y esto es algo muy fácil de demostrar.


-Y llegamos a la puntilla, a algo que en principio debería ser bueno para todo el mundo, y que con sinceridad, se está convirtiendo en un lastre para la escena, y son…los festivales. Los mas viejos del lugar saben, que los festivales eran momentos puntuales durante una época del año en algún país con mucha importancia, aquí cabe señalar que durante todo el artículo he intentado omitir nombres en todos los puntos, pero aquí voy a realizar el una excepción, y es Inglaterra. Este país, desde el punto de vista rockero fue para nosotros el gran referente en los 70’s y 80’s, gran parte de los movimientos tuvieron en esa zona su nacimiento y expansión, por tanto fueron los primeros en tener sus festivales regulares, y como hablamos del rock en su vertiente dura sus nombres son el Festival de Reading y el Monster of rock en Donnington. Si, sabemos que anteriormente habían existido festivales, pero ni fueron regulares, ni se postulaban en la escena dura del rock. Hoy en día la cantidad de festivales durante un año en territorio nacional es increíble, tanto a nivel grande como mediano y pequeño. Lo que en un principio podía ser la gallina de los huevos de oro, se ha convertido en una pequeña losa para los mas débiles, y aquí la escena nacional es la que sale perdiendo. Los festivales se han convertido en el gran encuentro tanto del seguidor fiel a cualquier evento como del seguidor puntual. La cantidad de oferta de bandas es tan brutal que deja al seguidor menos inquieto y mas acomodado saciado a expensas de ir, eso si, a conciertos de las grandes bandas. El resto del año, nada de nada. Y si nos ponemos duros el festival se ha convertido en un absoluto exprimidor de jóvenes bandas donde sacar tajada económicamente y convertirse, de un lugar para promocionar nuevos nombres para la escena a un lugar de pagar por salir y a horarios intempestivos, o sea…poca promoción y oportunidad para esa supuesta escena joven y de futuro.


-De la misma manera que los festivales se aprovechan de la excesiva oferta de bandas que existen hoy en día y esa necesidad de tocar delante gente, los sellos discográficos están actuando de la misma forma llegando a financiar prácticamente todo el producto la banda, y el sello no arriesgar casi ni un céntimo de su bolsillo, eso no solo cae como una losa encima de las bandas sino que la misma promoción que debería hacer ese supuesto sello deja de ser competente y pasa a ser prácticamente nula, buscando la rentabilidad de otra forma e interesándole poco el trabajo de distribución y venta de los productos que supuestamente deberían exponer ante el público rockero.
Y si en este punto unimos que hay sellos y festivales que van de la mano…2+2=? Contesten ustedes.

Dentro de todo lo que estamos hablando hay un punto bastante importante donde detenernos, y que realmente no sabemos si puede ser una razón por la cual nuestra escena no se rejuvenece, esta cuestión es la banalización del rock en cuanto al mensaje que transmitimos a ese posible nuevo seguidor. Los inicios fueron una forma de expresión de gran impacto en la juventud, hablábamos de rebeldía, libertad, de luchar por nuestros derechos, las letras hablaban de mil cosas con las cuales cualquier joven se sentía identificado, ya no solo era atractiva la música, las letras hacían de complemento perfecto y de esta manera pasaba a ser otro medio de expresión ante la sociedad. Hoy en día el rock ya no es una forma de expresión punzante ni hiriente, la juventud ha encontrado en otros estilos musicales esa rebeldía, incluso el comportamiento de esos músicos hace que el oyente empatice con ellos y ha dejado de lado nuestra escena a favor de otra que se acerca mas con sus situaciones y problemas que están teniendo en estos tiempos. En el rock hace años que estamos mas interesados en batallas internas, dimes y diretes entre supuestos referentes de nuestra escena que incluso a veces nos hacen sonrojar de vergüenza. Esto quizás debería ser lo primero que deberíamos cambiar, analizar y pensar antes de hablar, criticar y sacar a relucir esas diferencias no pensando que siempre tenemos la razón, ya sea hacia una banda, disco o músico, e incluso a un fan u oyente. Y claro lo que menos favor nos hace es que para colmo algunos viejos músicos digan…»Que el rock está muerto». Esos ni nombrarlos!!!

Todas estas cuestiones que estamos citando también ocurren en otros géneros musicales o tribus urbanas, e incluso que están desde hace muchos años en peor situación que la nuestra y con el futuro muy negro, pero hay otros que si han encontrado ese lugar en la juventud, que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos o que simplemente su mensaje si ha calado en los jóvenes.

Cartel Hellfest 2022

Y nuestro futuro? Que podemos hacer?


Nuestro futuro es complicado, llevamos detrás una forma de ser, unos clichés muy arraigados y a la vez de momento somos una escena envejecida, añadimos a esto que somos muy nostálgicos, hecho que nos hace ser reticentes a cualquier cambio y nos cuesta adaptarnos a las nuevas situaciones.
Lo primero que hay que saber es que cualquier persona que quiera en estos próximos años entrar en la escena será por pura pasión, de manera altruista y no esperando un rédito económico en mucho tiempo, va a ser muy complicado el poder vivir del mundo musical rockero en cualquiera de las vertientes que existen; promotores, management, grupos, músicos, salas y medios de comunicación. La escena solo sobrevivirá si la gente mantiene durante éstos próximos años la ilusión, y posiblemente la base fundamental para plantar las semillas de ese futuro serán; las asociaciones, pequeños festivales, discográficas independientes, y medios de comunicación que no tengan otra intención que no sea divulgar y dar a conocer nuestra música, y por supuesto sin un ansia económica desmedida, porque eso de momento será inviable. Por descontado los crowfounding serán la principal financiación de la mayoría de grupos, y la autoedición será otra de las opciones principales para sacar el mayor beneficio al producto por parte de los grupos y no dejar en manos de intermediarios la mayor parte económica. Aquí la banda tendrá especial importancia si saben organizarse no solo como músicos, también como personas de empresa y repartirse las distintas actividades que representa tener una banda como el merchadising, la promoción, negociaciones, redes sociales, etc… Si se dejara todo esto en manos de terceros, saber muy bien en que manos las dejas, estar muy seguro de quien es esa persona o empresa que se encargará de llevar los temas y no fiarse de un desconocido que sólo trae palabras bonitas y que os hace ver el mundo de color de rosa.

La otra pregunta es, y hasta cuándo?

Y no está nada claro, pero es posible que la fecha sea la desaparición definitiva de los grandes dinosaurios del rock, mientras todavía sigan en pie estos monstruos, tanto los festivales como los sellos mas potentes y medios de comunicación considerados grandes mirarán sólo hacia ese lado y nunca hacia bajo. Los grandes festivales y discográficas viven gracias a ellos y toda la escena pequeña esta de manera residual, para rellenar huecos o exprimir y aprovecharse como hemos comentado en párrafos anteriores económicamente de ese exceso de oferta en grupos e ilusión por darse a conocer, y nunca son vistos de momento como una opción de futuro. Y por qué? Porque en nuestro país solo se mira el presente y nunca esa opción futura, y esto es algo que ocurre aquí en otros ámbitos laborales, hecho que en esta Pandemia ha estado mas que demostrada. A este respecto solo queda esperar a ver que es lo primero que ocurre; si desaparecen en poco tiempo las grandes bandas o se produce el tan esperado «Boom» de la burbuja festivalera de los últimos años. El tiempo estimado de que ocurra esto puede estar entre los 4 y 10 años, complicado saberlo exactamente. Aunque aquí nos detenemos un poco porque en los momentos de escribir este artículo se presentó el futuro cartel del Hellfest 2022, un festival que después de esta Pandemia ha apostado muy fuerte y dobla la apuesta con mas de 350 bandas y 7 días de festival. Esto va a romper las reglas no escritas de los festivales, una por la pasta que cuesta solo la entrada (250€ mas o menos), súmale el doble de días como gasto de estancia, cosa que dejara vacío el bolsillo del seguidor metálico, y la otra porque coincidirá en fechas con otros festivales. Se oye el tembleque de michos organizadores y promotores. Esto puede acelerar el pinchazo de la burbuja festivalera.


Una vez esto ocurra, el mercado tendrá que reajustarse, los festivales ya no tendrán el apoyo de las bandas donde ponían todo el empeño para salvarles el negocio, y tendrán que contar como cabezas de cartel a las que antes eran de segunda fila, y dar vida a todas las que tenían arrinconadas en el olvido. Se producirá un bajón en audiencia bastante notable, con lo cual bastantes festivales quedarán afectados y muchos desaparecerán. Mi predicción es que sobrevivirá el festival que variaba mas su cartel, con mas opciones en estilos, a la vez que daba un atractivo y otras opciones de disfrute a parte de musical y no se basaba tanto en las viejas leyendas a golpe de talonario.


Mientras esto ocurre el paso mas inmediato es el adaptarse a las nuevas tecnologías. El rock ha sufrido muchas variaciones y ramificaciones, han ido creándose nuevos estilos en todos estos años, y con la ayuda de las discográficas y los medios de comunicación musicales se ha dado mas promoción y éxito al que en ese momento interesaba, pero ahora con las nuevas formas de consumir la música, la industria ha dado un vuelco brutal siendo el oyente el que tiene en gran parte el manejo de que quiere escuchar y descubrir. Otra de las novedades que trae las nuevas formas de consumo digital es la gran cantidad de música que tienen los consumidores al alcance de la mano, esto produce que a los pocos segundos de sonar un tema tiene que capturar inmediatamente la atención del oyente, si no es así es posible que hayas perdido la oportunidad de conseguir un seguidor mas. Hoy en día no hay un tiempo exclusivo al que dediquen con tranquilidad a la música, ya no sirve ganarte el oyente a la tercera o cuarta escucha, es casi seguro que antes de darte esa tercera oportunidad haya buscado otra banda. Por tanto utilizar las nuevas plataformas no como una vía económica, porque no lo es, pero si de promoción y viabilidad, e intentar que ese oyente termine interesándose en ese futuro cercano por los conciertos de la banda y posteriormente que acabe comprando el formato físico, si existiera…esperemos que si.

AVATAR


En este apartado es importante la imagen, tanto a nivel estético como por medio de videos musicales o video lyrics. Los últimos años bandas que han ofrecido ese plus como Ghost, Avatar, Powerwolf o Sabaton han tomado la delantera y son posiblemente los sustitutos de las grandes bandas actuales.


Por supuesto las redes sociales son esenciales actualmente, conocer las diferencias de cada una de ellas y para que están enfocadas, tener una actividad lo mas diaria posible para estar en contacto tanto con los que son los actuales fans como los que pueden ser en un futuro próximo.

Redes sociales


Y aunque mucha gente está en contra la opción del crowfounding que anteriormente hemos comentado, es una opción interesante y hace mas viable la subsistencia del grupo y de la escena, siempre intentando ofrecer buenos productos, atractivos y bastante especiales para diferenciar ese seguidor mas fiel y que apuesta por la banda que el resto.


Una de las claves para el futuro de la escena va a ser el entendimiento de todas las partes que lo forman en su conjunto, es decir, que ningún eslabón de la cadena abuse entre ellos. Esto es imprescindible, no puede ser que el peso mas grande lo lleven las bandas. No puede ser que ellas tengan en la mayoría de las veces financiarse la edición del trabajo estando en una discográfica o pagarse las salas donde tocar, y muchas veces en condiciones leoninas que imposibilitan la actividad de una banda y mata la escena. Tiene que haber una colaboración y comprensión entre todas las partes para que poco a poco vaya mejorando todo y termine siendo rentable para todas las partes. Aquí, en este punto es fundamental el buen hacer de las asociaciones, clubs y grupos de amigos que sin buscar un beneficio económico consiguen a base de pequeños conciertos y festivales hacer girar la rueda de la forma mas humilde pero a la vez efectiva.


Ahora va una un tema observado de manera personal pero que creo mucha gente opinará como servidor, el idioma, está claro que el mas utilizado es el inglés, la vía podríamos decir universal, el que de manera más fácil puedes llegar a la mayoría de gente a nivel mundial y te sirve para cualquier mercado musical, sin embargo cuando nosotros utilizamos el patrio, en este caso el español, nuestro mensaje al entorno cercano es mas directo e inmediato, es posible que en Australia, Rusia o Japón pasen de tí pero a la hora de conseguir llegar al oyente de tú entorno, sobretodo a los jóvenes, el mensaje llegará mucho mas y el feedback grupo/oyente será mayor. Tengamos en cuenta que el mercado latinoamericano es brutal y aunque a nivel conciertos y estar de manera física allí, viajar o realizar giras en eso países es casi inviable económicamente los formatos digitales nos han facilitado mucho que la música en español llegue allí y que nuestros grupos estén muy valorados. Solo hay que pensar en los últimos 20 años que bandas han tenido éxito a nivel nacional y en Latinoamérica, y veremos que de las que nos vienen a la cabeza quizás solo nos sale una banda con idioma anglosajón, el resto…español o castellano, como queramos decirle.

Y poco más, como dijimos en el podcast de REA Metal Magazine 08, nos quedan unos años de paciencia, dedicación e ir sembrando sin prisa para recoger mas adelante todo ese fruto en forma de crecimiento de escena, que con toda seguridad nunca volverá a ser como la de los 80 y 90 por la simple razón de que el mundo ha cambiado, la forma de consumir la cultura ha cambiado, y que la oferta por este sistema global y capitalista que tiene el mundo siempre superara a la demanda, es decir, esta facilidad de crear y producir la música siempre será mayor que la cantidad de escuchantes que habrán dispuesto a consumir ese rock.


Pero eso querido lector de REA no tiene porqué ser así…


Kikemaiden.

9 comentarios sobre “Presente y futuro de la escena rockera en España

  1. Me ha gustado mucho el artículo. Ha indicido en aspectos que comparto plenamente y ha aportado algunas causas que, previamente, no me había planteado. En cualquier caso, si el autor pretende llevar a la reflexión, lo ha conseguido plenamente. Respecto del tema de la falta de cantera, simplemente un pequeño apunte. En principio, no hay más que mirar a nuestro alrededor para observar el tipo de música que escuchan nuestros menores, que nada tiene de rockera, lo cual se podría justificar por el salto generacional. No obstante, desde mi punto de vista, la situación es más crítica de lo que parece, puesto que quienes nos relacionamos con personas nacidas a mediados de los 80 somos testigos de una evidente desconexión entre nuestros propios gustos musicales y los suyos, como el escalón de la playa que te pilla desprevenido y te hunde bajo el agua salada. Hablar de música con ellos es como hacerlo con un extraterrestre, con el problema añadido de que la colonización alienígena está avanzando. El hilo de esperanza al que agarrarnos está tendido a la teoría pendular del arte, que podría provocar un resurgimiento del rock en un futuro más o menos próximo, con sus nuevas tendencias y matices, cuando los actuales bebés de pecho den la respuesta contracultural a sus progenitores. Por último, darle mi enhorabuena al autor por sus acertadas reflexiones!

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  2. Por desgracia el artículo expone con bastante fidelidad las miserias de la escena y las razones por las cuales hemos llegado a ese punto. Los que seguimos apostando por el formato físico y la música en directo cada vez somos menos y espero que algún día la situación se pueda revertir. Lo que echo de menos del artículo es que no se haya profundizado en algunos puntos, como por ejemplo frivolizar con el papel de los sellos sin analizar cómo se ha llegado al sistema actual de edición de trabajos musicales.
    Un saludo.

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    1. Primero de todo un placer que nos hayas leído. Segundo encantado de que nos escribas y nos des tú opinión, respecto al tema de las discográficas no profundizamos mas por el hecho de que el artículo era ya interminable. De todas formas en el podcast tratamos ese tema en uno de los programas. Aquí te lo dejo si te interesa. Mil gracias

      https://www.ivoox.com/p-101-rea-la-crisis-formatos-fisicos-audios-mp3_rf_58535843_1.html

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      1. La verdad que fue muy experimental y es verdad que teníamos que haber metido alguna discográfica. Tristemente he contactado con varias y nunca me han contestado. Pero sabiendo que tú conoces cosas igual te contacto y hablamos para futuros temas. Este artículo lo quiero convertir en podcast

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      2. Si consideráis que sería interesante para vuestros lectores y oyentes la información que puedo aportar sobre el tema, y así de paso poder ofrecer el punto de vista un sello, no tendría problema en participar.
        Un saludo

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